domingo, 11 de noviembre de 2012

No me digas que no





A la vera del agua,
tengo un barco de vela,
que es de miel y canela,
de plata y cristal,
un barquito de sueños, 
que es la envidia del mar.
Y sin que nadie lo sepa,
en ese barco encantado,
tengo un cariño encerrado,
que nadie lo ve,
ese cariño es el tuyo,
que es mi razón y mi orgullo,
y mi gloria y mi fé.


No tengas celos de mi,
que es un pecado mortal,
eso que estas tu pensando,
y vas publicando,
de mi voluntad.
No tengas celos de mi,
ni dudes de mi querer,
que si yo vivo, si muero,
es porque te quiero,
de veras, gaché.
Que yo a ti,
nunca te puedo engañar,
y de mi,
tú nunca debes dudar.


Vente tú, mi moreno,
vente a Puerta de Tierra,
que hay un barco de guerra,
y lo vamos a ver,
vente tú, mi moreno,
y veras tú que bien.
Y luego los dos juntitos,
daremos un paseito,
y tomaremos un chatito,
de vino del Tren,
anda vente, mi moreno,
que ese vinillo es muy bueno,
y nos sentará bien.


No tengas celos de mi,
que es un pecado mortal,
eso que estas tu pensando,
y vas publicando,
de mi voluntad.
No tengas celos de mi,
ni dudes de mi querer,
que si yo vivo, si muero,
es porque te quiero,
de veras, gaché.
Por Dios, no, 
no, no me digas que no,
que tu a mi, 
siempre me has dicho que si,
que si, que si.